Me resulta muy incómodo escribir sobre mi biografía, es solo la recopilación de eventos y logros cronológicamente. Realmente las cosas más significativas de mi existencia han pasado en recintos secretos de mi alma y no hacen parte de una historia. Mi pasión es escribir, sin embargo los éxitos más importantes en mi vida no son los libros, es el amor que comparto con mi familia y unas pocas personas, la posibilidad de ayudar a mis semejantes, a los animales y el medio ambiente dentro de mis posibilidades.

lunes, 4 de diciembre de 2017

Santos, Héroes y Sátiros, Fernando Bermúdez Ardila

Entender la condición humana ha sido un trabajo que le ha tomado a la sociedad siglos de conocimiento. Y muchos estudiosos han dedicado su vida a tratar de entender cómo piensan el común de las personas y la forma de actuar de los grandes líderes.


Hablar de los protagonistas de la historia es tratar de entender a las personas que han guiado al mundo a través de los tiempos y las normas de comportamiento que utilizaron para sus conquistas y la construcción de sus imperios.

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Santos, Héroes y Sátiros


Tal vez sería más fácil ubicarnos en la condición humana, si nos referimos a la fe profesada por ellos en esos momentos, pues no todos han sido cristianos, ni todos fueron judíos, budistas, hindúes o practicantes del Islam.

Es importante destacar a cada uno de los líderes que pertenecieron o lideraron en nombre de una religión. Entre más cerca se encontraban de la fe, más lejos estaban de los mandamientos que profesaban.

Por eso en la Edad Media, hablando exactamente de la religión cristiana, las familias que ejercían poder, control judicial y mando en los diferentes feudos se ocupaban que cada uno de sus miembros tuvieran un lugar privilegiado en el gobierno, pues su primogénito heredaba sus títulos y tierras, el segundo se encargaba del poder de las armas y lo entrenaban para ello, y el tercero, o si habían más, se dedicaban al ejercicio del sacerdocio. Es decir, se ejercía un poder absoluto que empezaba desde el señor feudal con una pluma, pasaba por el militar con una espada y continuaba con el clérigo y una cruz.

No es difícil llegar a la conclusión que todos los cristianos conocemos pero que nos negamos a aceptar, desde que Roma se convirtió al cristianismo y comenzaron a crearse los primeros reinos en toda la Antigua Europa y Asia: las familias ennoblecidas por el poder conquistado empezaron a hacer presencia política en el interior del Vaticano. Pero más que eso, se peleaban el sagrado trono de Pedro como representante de Dios en la tierra, haciendo componendas políticas, triquiñuelas y llegando a todo tipo de acuerdos. No en vano la palabra CÓNCLAVE, tiene un significado perfecto y exacto del por qué se eligió esta expresión cuando se había consumado la escogencia del Papa.

Se reunían todas las casas reales de las familias nobles de Europa y llegaban a Roma y al Vaticano los soberanos, duques, condes, familiares y allegados para escoger al Sumo Pontífice. En el siglo XI o XII duraron casi tres años en escoger al Papa, lo que significaba que los nobles no llegaban solos, cada uno de ellos estaba acompañado por un ejército de soldados. Estaban todas las casas reales y nobles de Europa con un señor e innumerables ejércitos. Roma se vio invadida por las tropas de todos los nobles y señores del mundo; era el licor y la prostitución, hasta que el pueblo romano se rebeló y encerró a todos ellos en un salón y solamente se les permitió salir cuando hubieran elegido Papa. Cónclave significa con llave.

Los vicios que han empleado los que han ostentado el poder en nombre de la fe no han cambiado mucho desde sus inicios, siguen siendo todos iguales y muy parecidos, pues cuando se dice que los líderes son tan amigos de la fe como enemigos de sus mandamientos, es fácil poder describirlos.

Los mandamientos de la Ley de Dios son diez. Todos los grandes líderes del mundo los han violado: han asesinado, robado, sacrificado a sus padres y codiciado la mujer del prójimo; todos han violado estos preceptos.

Los Papas, Nicolás Maquiavelo, la familia Borgia, los Médici, Napoleón Bonaparte, Tomás de Torquemada, Joseph Fouché, Simón Bolívar, Alejandro Magno, Atila, Ricardo Corazón de León, Genghis Khan, Vlad Tepes, Sir Francis Drake, José Stalin, el generalísimo Franco, Mao-Tsetung, Augusto Pinochet, Fidel Castro, Adolfo Hitler, Slovodan Milosevic, Osama Bin Laden, Benito Mussolini y muchos más, todos han violado la ley y sus mandamientos.

Bolívar no es lo que la historia habla de él. Fue un mal plagio de Napoleón, sus uniformes hasta el caballo se parecían al de Napoleón, las armas de Bolívar fueron hechas por el armero de Napoleón y su historia es exactamente la historia de Napoleón. Si se comparan las dos historias, son semejantes. ¿Qué pasó con Bolívar?, éste fue más astuto que Napoleón y cuando iban a apresarlo, se autoexilió. La historia de Independencia de los cinco países bolivarianos es idéntica a la lucha estratégica que libró Napoleón en Francia, con la excepción que Bolívar no se dejó derrotar, se exilió y escribió parte de la historia.

Alejandro Magno: Fue un hombre sanguinario, bisexual, asesinó a su padre y tuvo relaciones incestuosas con su madre; aparte de esto saqueó vastas regiones de Europa, Asia y Norte de África.

Atila: Llamado ‘el rey de los Hunos’, arrasó y aterrorizó a varios pueblos asiáticos.

Mao-Tsetung: Inspiró su poder en el ingenio campesino para construir una sociedad agrícola.

Genghis Khan: Conquistó un gran imperio en la idea de gobernar el mundo desde Mongolia.

Stalin: Provocó bajo su régimen la muerte de más de 11 millones de rusos.
Fidel Castro: Uno de los gobiernos más corruptos. Traicionó al propio Che Guevara y a su pueblo, se enriqueció a costa de la pobreza de su revolución.

Los cristianos o cruzados vemos a Osama Bin Laden como el monstruo y gestor del terrorismo mundial. Osama no es nada diferente, ni está dando una guerra distinta a la que libró Saladino en las cruzadas contra Ricardo
Corazón de León y las casas reales de Europa, tratando de recuperar los lugares sagrados de Jerusalén.

Hoy, aunque parezca grotesco colocar la imagen de Osama Bin Laden frente a la del Papa Benedicto XVI y cause rechazo en el mundo cristiano y musulmán, nos podríamos confundir con facilidad entre quién es la persona divina, que refleja con su imagen santidad y quién es la persona uraña que con su mirada, observa con desprecio al mundo.

Osama libra una lucha con o sin razón que ha gestado el mundo musulmán; para su pueblo, él es un ser divino, su imagen proyecta belleza para todos sus seguidores. En contraposición, al observar los ojos de Benedicto XVI y todo su genotipo, se encuentra al máximo exponente de la raza aria al servicio del fiurer, pues el mundo no puede olvidar que el Papa Benedicto XVI fue miembro de las juventudes nazis y que su reclutamiento era totalmente voluntario.

Augusto Pinochet: Como Ministro de Defensa en Chile derrocó a su presidente Salvador Allende y se perpetuó en el poder por más de 20 años. Una de la figuras que la iglesia ha querido ocultar, describiéndola como un monstruo y que en su momento fue su mayor aliado, se paseaba por los pasillos del Vaticano en compañía de cardenales y de Papas. Fue el príncipe Vlad Tepes o Vlad ‘el Diablo’ o Vlad ‘el empalador’, Príncipe de Moldavia, héroe nacional de Rumania, conocido mundialmente como el Conde Drácula o el muerto vivo.

Vlad, por orden del Vaticano, heredó la ‘Orden del Dragón’, con el mandato de defender las tierras cristianas de los turcos y musulmanes. Durante la guerra, tras haber empalado cerca de 3.000 turcos, acostumbraba a comer en medio de la batalla; en una ocasión un príncipe le dijo: “¿cómo puede su alteza comer en medio de tanta pestilencia?”, y él le respondió: “aún podría seguir comiendo con la pestilencia de tu cuerpo”, y lo mandó a empalar. Vlad era un gran aliado del Vaticano, cómo lo fue Hitler, a tal punto que su mejor amigo y aliado en la guerra fue Benito Mussolini, dictador de Italia para esa época.

Sir Francis Drake: Pisó tierra firme en San Andrés y Cartagena. Fue el terror de los barcos españoles y portugueses, después de robar, saquear y matar, izaba la bandera británica como noble del país de donde era oriundo, pues la reina Isabel I de Inglaterra no tuvo el menor reparo en darle el título de Sir, llenándolo de honores y haciéndolo Gobernador de Jamaica.

Francisco Franco Bahamonde: Llamado ‘el generalísimo’. Gobernó España a través de muchos años de terror y masacres.
Saladino ‘el magnífico’: El gran defensor del Islam y fundador del ideal árabe de unidad.
Slovodan Milosevic: Llamado ‘el carnicero de los Balcanes’. Patrocinó una guerra contra los musulmanes que produjo la división de las repúblicas de Yugoslavia y Checoslovaquia, para finalmente ser derrocado y juzgado por la Corte Penal Internacional de La Haya, por delitos de lesa humanidad.

La historia la escribes o te la escriben. Sólo quien gana la guerra tiene la oportunidad de escribirla, pues es más fácil escribir de la guerra y sus victorias que construir el mundo sobre la tranquilidad de la paz.

La historia equivocada, de quienes sobre un montón de cadáveres justificaron sus atrocidades, habiendo podido encontrar la razón sin tener que herir a nadie, a costa de nuestra fe.

FERNANDO BERMÚDEZ ARDILA

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